Inserto en medio de un gran parque, el edificio juega en su materialidad y forma con el entorno.
La fachada de paneles de bronce se trabaja diferente mediante perforaciones de diferentes dimensiones, y reundidos o salientes en diversas tramas que ayudan a la irregularidad en su lectura.
Este efecto ayuda a mimetizar el edificio en el parque y según sus autores, el museo será más interesante con el paso del tiempo, debido a que la oxidación del bronce genera matices de verde y colaborará al efecto deseado de sus autores...
Nuevamente estos arquitectos nos muestran una forma sublime de trabajar la arquitectura en el paisaje y hacer de las envolventes verdaderas obras de arte.
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